martes, 11 de marzo de 2014

Todo comienza cuando todo termina. 4

CAPITULO 4
Asesinato



"La belleza de cualquier clase
 en su manifestación suprema excita
 inevitablemente el alma sensitiva
 hasta hacerle derramar lágrimas"
Edgar Allan Poe
 
 



En una realidad  que ya no es ahora.
 
Me encontraba en esa sala, angustiada, cabizbaja, realmente la idea de matar a algo no me agradaba, la decisión ya estaba tomada ese pequeño ser saldría de mí, Habeth no se enteraría, aunque se que este dolor no podría guardarlo para mi sola, al final era mi culpa por no cuidarme, realmente lo deseaba, tener un hijo pensé: será lo más hermoso, ni él ni yo estamos preparados pero cuando existe amor todo es posible o eso es lo que dicen.
 
Recibo una llamada, es èl.


-Habeth sigo enferma aun tengo que ir al hospital- realmente no quería verlo, ni mirarle los ojos sabía que lloraría a sus pies y el se iría.
-Que todo salga bien, por favor llámame si me requieres saldré de esta oficina, tomaré el primer vuelo a casa y estaré a tu lado si es necesario, pero dímelo, ¿de acuerdo?.
No querìa romper en llanto, me limite a decirle cuanto lo amaba y colgué.
 
La espera transcurrió muy tranquila, cuando recibí  los estudios revelaron aspectos significativos, sin mas espera llego el día y este ser se tenía que ir, jamás nacería. El médico me recibió con una cálida sonrisa, estuve una noche en le hospital al salir del hospital me dirigí  a casa sin paradas, me acosté y dormí  todo  lo que resto del día, parte de la noche también, transcurrieron horas, días y una semana completa pasó, cobre el valor para ver los ojos de mi amado, èl y yo: éramos todo y nada, nada y todo a su vez.
 
Sin mas  un día me levante con la convicción de ir a la casa de sus padres, pues mis llamadas no contestaba, trate de recordar donde vivía pues solo nos habíamos visto ahí un par de ocasiones, una cuando de plano quería presentarme a sus papás, esa ocasión yo no quería conocerlos y la otra cuando, momento esta es la segunda vez que la visito, su padre me recibió parecía saber a quien había ido a buscar:
 
-Se encuentra Habeth- pregunte, sin palabras me invita a pasar- puede llamarle y decirle que vine que necesito contarle algo muy importante- su madre apareció y me entrego una carta, al parecer de  él, me dan señales de que la habrá, vislumbre unas pequeñas letras las veía pero no quería leerlas, finalmente decía:
 



HE RECIBIDO UNA OFERTA EN EL EXTRANJERO, NO SUPE NADA DE TI EN ESTA SEMANA ASÍ QUE LA TOMÉ, ESPERO PRONTO COMUICARME CONTIGO, ESPERA MI LLAMADA.
P.D. TE  ODIO


 
Esa ultima oración me revelaba que sabía algo, pero que era lo que sabía, el miedo me invadió, quería huir, de repente recibo un consuelo...
Su madre me abraza y me dice:
 
-El realmente quería verte, pero un día llamo a tu casa y le dijeron que estabas en el hospital que estabas internada, él dejo todo en el trabajo y  fue a buscarte inmediatamente, pero no tardo mucho en el hospital un doctor le atendiò, le dijo que todo estaba bajo control que en poco rato saldrìas de quirofano, regreso a  casa, tomó sus maletas, solo dijo que ya no quería verte que le habían ofrecido un puesto muy importante pero que involucraba mudarse de país, me dejo esta carta para ti que tu sabrías que hacer con ella, se fue.
 
 Comenzó a llover, me deje empapar, como me encanta la lluvia, me deje vencer, llore...

Se enteró que soy una asesina.

Había perdido todo, ahora tengo que hacer algo con este nada.
 


 

domingo, 2 de marzo de 2014

Todo comienza cuando todo termina. 3





CAPITULO 3
Enamoramiento

Una chica tierna por fuera, con mil demonios por dentro.



Este año decidí comenzar tomando un Taller de Creación literaria, absurdo por que me gusta escribir a pluma suelta solo para mí.
La clase comienza sin pormenores, la tallerista nos dio una chorada tan absurda, que no le tome importancia y solo me contuve a seguir instrucciones, ella se limito a pedir un cuento corto, yo me limite a crear un cuento corto.

Era mi turno de leer el dichoso cuento, trague saliva, respire y comencé a leer:

Vamos a contar una historia donde la mala del cuento es un hada,curioso porque ellas siempre son buenas, donde el hada enamorá al brujo con encantos malévolamente hermosos y genero en él toda una ilusión. La bruja observa a lo lejos se limita a buscar en un jardín un trébol especial el cual quiere entregarle al brujo para estar en su corazón para recuperarlo. Un día de descuido del hada, la bruja se acerca lo saluda, el la ignora, ella lo toma de la mano, él la rechaza, ella lo vuelve a intentar, a regañadientes extiende la mano, sin saberlo él recibe el trébol del amor de su vida, sonríe ya que la flor le cautiva, ella solo dice, cuídala. El brujo dice muy enérgico: No creo en amores eternos. No te enamores de mí. Apesar dela frase el sentía algo inexplicable al estar con el hada que en ocasiones la amaba y en otras la odiaba.

Termino de leer,un silencio se hace visible, lo sabía hay mejores textos y el mio solo es uno más. Una voz retumba por el aula.

-Disculpen la tardanza, creo que me he perdido de talento literario, me llamo Habeth, no quise interrumpir la lectura de tu cuento breve, me ha gustado, pero realmente ¿no crees en amores eternos?- Se fue a sentar a la primer silla, bueno eso creía, la levantó y la acerco a un lugar cerca de mí.

Que descaró pensé, quien era él para juzgar dicha frase, mí frase.
Continuamos el taller sin novedad.

Mentira, Habeth se había convertido en el brujo de mi cuento, yo en el hada.

Se acerca a mi, me incomodo, me dice al oído:

-Me das curiosidad, ya no quiero conocerte.-su voz seducía mis entrañas
-Te aseguro que soy un sueño que no olvidarás.