domingo, 2 de marzo de 2014

Todo comienza cuando todo termina. 3





CAPITULO 3
Enamoramiento

Una chica tierna por fuera, con mil demonios por dentro.



Este año decidí comenzar tomando un Taller de Creación literaria, absurdo por que me gusta escribir a pluma suelta solo para mí.
La clase comienza sin pormenores, la tallerista nos dio una chorada tan absurda, que no le tome importancia y solo me contuve a seguir instrucciones, ella se limito a pedir un cuento corto, yo me limite a crear un cuento corto.

Era mi turno de leer el dichoso cuento, trague saliva, respire y comencé a leer:

Vamos a contar una historia donde la mala del cuento es un hada,curioso porque ellas siempre son buenas, donde el hada enamorá al brujo con encantos malévolamente hermosos y genero en él toda una ilusión. La bruja observa a lo lejos se limita a buscar en un jardín un trébol especial el cual quiere entregarle al brujo para estar en su corazón para recuperarlo. Un día de descuido del hada, la bruja se acerca lo saluda, el la ignora, ella lo toma de la mano, él la rechaza, ella lo vuelve a intentar, a regañadientes extiende la mano, sin saberlo él recibe el trébol del amor de su vida, sonríe ya que la flor le cautiva, ella solo dice, cuídala. El brujo dice muy enérgico: No creo en amores eternos. No te enamores de mí. Apesar dela frase el sentía algo inexplicable al estar con el hada que en ocasiones la amaba y en otras la odiaba.

Termino de leer,un silencio se hace visible, lo sabía hay mejores textos y el mio solo es uno más. Una voz retumba por el aula.

-Disculpen la tardanza, creo que me he perdido de talento literario, me llamo Habeth, no quise interrumpir la lectura de tu cuento breve, me ha gustado, pero realmente ¿no crees en amores eternos?- Se fue a sentar a la primer silla, bueno eso creía, la levantó y la acerco a un lugar cerca de mí.

Que descaró pensé, quien era él para juzgar dicha frase, mí frase.
Continuamos el taller sin novedad.

Mentira, Habeth se había convertido en el brujo de mi cuento, yo en el hada.

Se acerca a mi, me incomodo, me dice al oído:

-Me das curiosidad, ya no quiero conocerte.-su voz seducía mis entrañas
-Te aseguro que soy un sueño que no olvidarás.



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